Gustavo Arango Restrepo

La opinión técnica me la guardo, se pueden decir muchas cosas. Lo que más me importa es el mensaje y la sensación que emite. Es una marca aburrida y pobre de espíritu. El color es tan neutral que no dice nada, no refleja nada. El símbolo es rígido, pesado y tan técnico como para espantar al más tímido de los artistas. Es en total, una marca de programadores e ingenieros. Dudo que muchos se sientan «enamorados» de esta marca.

A la decepción del diseñador al ver que su trabajo es «ajustado» para estar a la altura de ser publicado se le suma la que se siente cuando se trata de advertir: «este logo no es mío». Ya para qué, ya quedó así y el nombre del diseñador en medio. Eso si, si sale mal, es culpable el diseñador y si sale bien, pues eso lo hizo la agencia.

Este logo de Madrid 2020 es de una pobreza de mensaje absoluta, no dice nada. No hay más que decir, cualquier otro argumento sobra.

A los diseñadores que todavía sufren por este tipo de atropellos les digo, esto va a ser peor cada día, acostúmbrese.